Amor

Un encuentro poco común, cuando la paciencia se apoderó con toda su magia.

Esperó que las luces de la noche se encarguen de iluminar esas miradas esquivas que viajaban sin rumbo por donde se podía recorrer.

Al final, el cruce de una invisible línea condujo a continuar lo que nunca el destino había imaginado, colocando esas flechas por salir de los ojos cada vez más alineadas, sucediendo tan rápido como un pestañeo.

Y, de esto, ni las dudas y vacilaciones tuvieron la oportunidad de evitar que el primer beso se clave inefablemente en los protagonistas de esta aventura.

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