Me doy cuenta que todos los días el sol se esconde y lleva con él algunas cosas de este mundo. Al amanecer, el sol trae otras cosas nuevas que nacen para estar un tiempo acá. No sabemos qué cosas van ni qué cosas vienen cada día. Solo sabemos que vale la pena andar en este mundo de cosas temporales. Como todo es pasajero, nuestros corazones observan, se impresionan y graban todo con frases y palabras. Afortunadamente, de eso mismo puede sobrevivir el alma por una eternidad.