Estarás allí…

Estarás seguro allí
donde la vida se expande espectacular
en infinitos rincones verdes,
húmedos tras el nocturno descanso,
ansiosos por sentir el calor de los primeros rayos,
ávidos por entregarte
su paz y su belleza oculta.
Estarás sentada bajo su cobijo
en la forma elíptica de su ramaje
callada, tranquila, respirando
el aliento fresco que rezuma la tierra
vestida con su manto verde
de hojas tersas esparcidas.
¿Qué prisa hay cuando no existe el tiempo?
¿Cuando el mundo gira
alrededor del más puro silencio?
El día viene amaneciendo despacio
acompasa el suspirar del recuerdo
del encuentro que es soñado.
Se va haciendo la luz en tu rostro
cantan en un susurro los pájaros.
Se alza el telón al nuevo día
hora de guardar bajo llave los pensamientos.
Mañana será otro amanecer distinto
los mismos rincones con otros encantos,
o quizá se vean distintos
aún siendo el mismo campo.
Estarás seguro allí
callada, tranquila, respirando
sin prisa, sabiendo que el tiempo
avanza imperturbable entre el pasto,
sin prisa, sabiendo que el amor
se hace infinito en mi canto.