Velo Nocturno

Permite, mujer de encanto dulce
Que la noche se bañe en tus pupilas
Que las luciérnagas revoloteen
En torno a tu alcoba
Que la tierna ambrosía repose en tu pórtico
Pues has de saber; inocente criatura,
Que el titilar de estrellas
Son las millones de miradas
Que entre sueños mi pecho vela por ti
Como un hermano cósmico
Mi corazón enardecido en espiral
Agita su manto de pasiones
Y se tiende en fulgores donde el sol
Se deleita como infante
Infante cautivo de la Belleza…

Enemigo del Amor, Enemigo de la obsesión
Enemigo de las prisiones
Ventura de Vida; con alma que suspira,
Que emana tibia desesperanza
Con un ojo argentado posado en el horizonte
¿Puede un espíritu como el mio
-Invadido por el amor-
Habitar los valles dulces
Mientras su Conciencia es
Habitada por las sombras de la Razón?

Sin embargo, y pese a mis dudas;
Escribo estas lineas
Frente a tu alcoba,
Anhelando que por un segundo
Tu bello rostro asome su deleite
Y brille en mis pupilas
Anhelando que un segundo se congele
Y que ésta noche me mires
Atrapada en la eternidad;
Escribo porqué la Noche
Se lo susurra a mi oído
Y mi corazón al tuyo…

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