Tus inquietos dedos

Poema: Jhon Jairo Salinas

Aquellos dedos inquietos
se entrelazan lentamente
en tu puerta cárnica rosada…

Las yemas de tus dedos
viajan lentamente
en círculo de orgasmo.
Tu cuerpo se estremece
como volcán ardido
en líbida lava…

Tus dedos se lubrican
para dar rienda suelta al placer…
En fin, te dejas llevar
por tus placeres más secretos,
haciendo de cada gemido
un pecado de amor…

Deja que tus inquietos dedos
sigan jugueteando,
hasta formar una cascada
sobre la llanura de tu pelvis,
y así correrse
en ecuménico placer…

Debajo de la sábana
hay una afirmación:
seguir fluyendo espuma
en eternas primaveras
o continuar bendiciendo tu clítoris
en flores de cerezos.

Solo aseguro
que las estrellas continuarán
siendo masticadas
por tus bandidos dedos.

En aquel ojal estrecho
escondes la fruta más jugosa,
solo tus dedos tienen permiso
para exprimir, mujer,
tu fruta sagrada.

Sigue galopando
entre el jardín sagrado
de tu vulba canonizada
por el cádiz del placer…

Mirando la luna
en noche eyaculada,
abriendo y cerrando las puertas
de tu íntimo amanecer…

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