Por la prisa

¡Que prisa!

Le pregunto: ¿Qué prisa?

Disfrutando de lo conciso, 

de la calidez sumisa,

Del ocaso omiso,

De su feliz sonrisa.

 

Es todo tan frágil, 

Tan efímero, tan fugaz.

Es todo tan bonito,

Tan loco, tan falaz;

Que si yo pudiera,

Por un momento anhelar,

Desearía, volverte a desear.

 

De esa manera, nunca acabaría,

De ese modo, tendríamos la eternidad,

El tiempo, nos tiene a nosotros,

Y nosotros, feliz perpetuidad.

 

¿Qué nosotros?

Ese, no se va,

¡Nosotros! ¡Dilo!

Dilo, Con tal vivacidad,

Que brillen las estrellas,

Intentando superar,

El fulgor de nuestras almas,

Por siempre, en la eternidad.

Related Articles

Responses