¡Mientes!

Diles que vengo de parte de Dios mismo, cuéntales que Jesucristo me escogió para decirte que la mar está tranquila, María mira desde la ventana y ella es diosa del tiempo. El misterioso canto de las ilusiones decide cuidar tu casa, mientras te domina el sueño y las caricias de las lágrimas te dan descanso.

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