El Sonido y el Silencio

Como en una calesita los veo pasar,
de la mano algunas veces y en discordante disonancia en los extremos que marcan su compás
antiguos como el tiempo
errantes compañeros
uno es a veces siniestro y el otro me apabulla de estridencias
pero en la calma cuando mi mente se aquieta
cada pequeño susurro se hace magia y cada lamento me conmueve
Cuando la vida se expresa el sonido se agiganta
sus ecos se esparcen y entrelazan
Y es allí en ese cielo insondable
donde la quietud reclama la dulce melodía que la arrulla
que se hace necesaria cada nota
y cada estridencia devuelve a la calma su cordura