Dios y Cristo te guíen

Es tiempo de penitencia. Lo hecho, hecho está. Llegó Dios y Cristo en una nube de fuego, el hijo del diablo tiembla. El diablo, o ustedes como lo quieran llamar, tiembla ante el juicio recto. Solo el juicio y la humillación bastan para enseñarle el daño que ha hecho, más también hay castigo: acepta tus errores, sólo acéptalos. En el momento de la muerte todos comienzan a orar, por eso no esperar a llegar allá para agradecerle a Dios al menos por vivir. La vida es un asco dices, pero tú no te esfuerzas en ser feliz. No te pongas a llorar si no tienes fuerza para escalar la montaña, el muro de tus lamentos. Sólo aprende y respeta, camina y no te metas con los demás. Todos estamos aprendiendo, nunca se deja de aprender.

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