Cuando hablamos

Cuando hablamos

Cuando hablo contigo me siento sin rumbo, sin propósito algo a si como una escala de blues que solo puede tocar ritmos lentos y graves.

Tus proyectos que arrasan y humillan a los míos, que cavan con mi propia fortuna, la desesperación de un sentimiento estancado y sin éxito…

¿Quién lee con dolor lo que escribo?

¿Quién siente lo que lee?

Solo un hombre aclamado por su propia derrota… son palabras que dice un ebrio al que todos olvidan.

Cuando hablo contigo las risas no faltan pero sobra el sentimiento de agonía que remarca lo fácil que todo podría terminar, que sobrepasa mi sentimiento de agonía

¿Quién soy yo? ¿soy el mismo? ¿soy otro?

¡Quien va escucharme llorar esta noche, pidiendo un poco de paz y fortuna!, arrastrándome hasta mi cama, pensando en gris, escuchando las voces de mis fracasos gritarme, “nunca estaré tan solo como mañana porque hoy ya a terminado el día”.

Cuando hablamos todo se siente falso, de plástico… encadena cada sentimiento mío pensando que eres como el sol si estoy demasiado cerca me evaporarías dejando mis cenizas, que si te miro mucho tiempo me dejaras ciego… estoy mejor solo admirándote de lejos donde no pueda imaginar un futuro contigo.