29. De ayer a hoy

Te amé, eso es seguro; con miedos de cuna y penas de adulto
Te amé cuál malabarista mecido en las estrellas por tu mano invisible
Te amé, o tal vez no era cierto; eran ilusiones de un encantador de sueños,
de un mago sin sombrero en mil trucos envuelto
Te amo, sí, te amo, definitivamente; ahora trascendidos errores y venenos
Ahora que no es ayer y no es destino; tan solo el andar exacto del implacable ahora
Te amo así, y te siento; en cada pulsación, en toda exhalación
Te siento al roce de tus intenciones; en tu ausencia inmaterial
Aún no sé cómo te amaba; sin duda alguna navegabas por las vertientes de mi alma
Como sombra te movías por el bosque que yo perdido transitaba, oculto de la fiera apatía
Te amé y ahora te quiero; inconcebiblemente, de maneras absurdas, de formas insólitas,
un trasegar sinsentido de la soledad al escarnio