XXXIII
Sepsis, contra caídas y giros.
La vida real se infiltra en mis venas,
Ostenta unidades cargadas de ira.
Una lágrima cae por mi mejilla.
Rivalidad de sangre y vísceras,
Hacia la brillante promesa de paz.
Destruir el bien en el mundo,
Para en silencio llorar.
La debilidad palpable se oculta.
Los dolores de la fe humanista,
Duermen, en la jaula corpórea,
Con falsas intenciones e ira.
La lucha sagrada que es la vida,
Reducida en productos para admirar.
Esta dolencia es una herida abierta;
Si la vida no me mata, nadie va a.
–
Sebastian Crugley (scrugley.carrd.co)
XXXIII forma parte del poemario Oceanos de Cemento.
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