Alma Mía

Quiero sentir tu calidez,
vuelve a enamorarme,
inúndame el alma,
ven y acércate, besándome.

Yo atado a tu pecho,
como enquistado en tu recuerdo,
al vaivén de tus anhelos,
inquietos como el viento.

Por mi cuerpo un trepidar,
es tu boca que me besa,
rozando cada parte de mí,
con decisión y sutileza.

Es tu ternura que me incita,
con dulzura y entereza,
como un par de ojos adulando,
tu indemne delicadeza.

Y si de morir por ello fuese,
culpa al “deseo de amarte”,
que se enristra como las espinas,
en este trance imprudente.

Related Articles

Responses