Tus colores.

Me encantan tus colores
la noche y el firmamento
caen en cascada sobre tu espalda
aroma de ébano que respiro.
El blanco puro que te cubre
dulce nata arcana para mis manos
con la que sueñan a diario
mis más litúrgicos deseos.
El marrón intenso de tus ventanas
dónde me dejo caer al vacío
extasío de mi pobre compostura
atavíos, que me vuelven loco, de tu alma.
El verde de tu espíritu
la beldad más grande que pueda conocer
el nepente que apaga mis tristezas
torrente de fruición que natural te emana.
El rosado labial de tu boca
benjuí que alimenta mis sueños
encanto especial donde descanso
y el tiempo, en silencio, se para.
¿De qué color dibujas tus besos?
¿Qué color protagonizan tus miradas?
Tus colores me tienen preso
todos, sin excepción, me atrapan.
¡Quién pudiera en ese paraíso
embriagarse de tus colores cada mañana!