Tu voz, tu imagen, tu nombre…

Pudiera el universo
en su infinita extensión
dejar de esparcir tu nombre
o el destino intentar sesgarlo
de las profundidades de mi pensamiento.
Pueden segar mi voz, que es tuya
pues solo canto tu imagen.
¿Pudiera ser real siendo inefable?
¡Tu nombre, tu voz, tu imagen
están tan vivos en mi!
Rasgan mis huesos
que, en esencia, suspiran por ti.
Me duele el silencio
transporta tu ausencia en el aire.
Respiro profundo buscándote
en la atmósfera húmeda que me traes
dónde mi respirar se embriaga de otoñales aguas.
Deambulo agitado buscándote
en el camino angosto que el alma dibuja aquí donde me hallo.
Tu nombre seguirá arrasando
el fino pasto que me arropa.
Alzándose azul por encima de las miradas,
haciendo correr los arroyos
cristalinos de Amor y Esperanza.
Yo seguiré esperando
deseoso de alcanzar el momento
a que tu nombre se pose en mi cara
empapar de agua mi rostro
y amar como nunca lo he soñado
perdiendo definitivamente mi alma.
Despertar como nunca he despertado
en tu horizonte nacer el alba.
El Universo se queda pequeño
cuando te pienso en mi cama
tu voz, tu imagen, tu nombre…
volverán a iluminarme mañana.