Tu serás,por siempre

El alba, rasgaba el velo de la noche
y tú estabas allí, quieta y serena,
somnolienta y enamoradiza,
presumiendo de hembra cautivadora
con todo tu erotismo a flor de piel,
insinuadora, guardiana celosa
con ese semblante, entre misterioso y mágico,
que muy pocos hombres, conocen.

Burlona y coqueta como la que más,
hechicera, en lo más profundo de tu alma,
perversa dónde la haya,
jugando siempre a ser mujer.

Qué difícil es acariciarte, sin recelo
cerrar los ojos
y entregarse a esos deseos
con ardor y sin miramientos.

¡Qué difícil es, Dios mio!

Ajena a las pasiones y a los sentimientos,
impertérrita al amor, y al sufrimiento,
con ese perfume embriagador, a todo y a nada.

Presumida y primer plato de cualquier poeta barato,
señora de bravura reconocida;
¿a quién pretendes prender, con tus encantos?

Un amanecer en la playa,
con la primera luz, sobre tu rostro,
unos cuerpos desnudos,
una promesa al aire
y el cuadro ya completo.

Pero te falta un detalle, vieja amiga,
que no viene en las postales: .
los cuerpos de mis tíos y de mi padre
que tú no quisiste compartir, con nadie,
y dejaste viudas y niños pequeños.

Te pusiste, tus mejores vestidos de prostituta
y no miraste si joven o viejo,
si bueno o malo, (. . .)
te valieron todos.

Porque tú eres, zorra, ruina, mezquina,
engreída, avariciosa, envidiosa presumida,
dañina y venenosa;
y todo es poco, para quien, como yo, te conoce,
porque tú para mí, serás por siempre: LA MAR.

JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ

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