Tú me arrebatas la vida, eres lo que pienso cada día no hay momento ni lugar en el que no estés en mi cabeza.
Cierro los ojos y veo tu imagen nítida que es como una droga, la cual necesito para vivir.
Me gusta ver es pelo ondulado que simula las olas inquietas y saladas de ese mar cuyo náufrago se extasía con su olor y se deja llevar.
Tras esas inmensas aguas se esconden dos perlas, las cuales brillan más que el sol cuando la luz de la luna somete contra ella para guiarme y a la vez perderme en su búsqueda.
Eso me tiene encantado, hechizado porque daría lo que sea sólo porque esos ojos me miren y vean que estoy allí jugándome todo sólo para conseguir el olor de su piel y morir en paz entre sus olas.

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