Todo aquí

En lo abierto del desierto,
conviven el cielo y el infierno,
lo bueno del primero,
y lo malo del segundo.
El sol se pasa de justo,
buscar el oasis es lo suyo.
El talego es bien profundo,
un pie huye de lo oscuro,
y el otro busca el fruto,
y la sombra de la palmera.
La serpiente no está ahí subida,
si no debajo de la arena,
sufriendo también lo suyo,
buscando algún escarabajo
que le sirva de cena.
No sólo el sol nos ciega,
las ganas, la sed, la pasión,
y el espejismo del oasis,
aquí nos desesperan.
Ya no nos es suficiente
la satisfacción completa,
y queremos reventar,
que la meta sea eterna,
y más que extensa, inmensa,
y por supuesto intensa,
queremos que nos envuelva.
Nuestras pieles resecas
en suave y fina seda,
trampa tejida en verdad,
por la araña hilandera.
Buscando, todo pasa,
buscando, todo llega,
en este desierto abierto.

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