Toc, toc… aun estoy aqui…

Tantas veces te he buscado,
Y nunca me has rechazado…
Y cuando creo sentirme bien con tigo,
Un descuido me lleva al piso.

Tu extiendes tu mano, nuevamente
Y me dices: aquí estoy a tu lado,
Aun no me he ido….
Dame tu mano, vamos otra vez…

Ya en ocasiones me siento apenado,
Que me veas enlodado, enmugrado…
Con tantos errores, y fracasos…
Quieras siempre llenarme de abrazos.

¿Qué has visto en mi, me he preguntado?
Si en mi condición, de pecado,
En ocasiones te he negado…
Te he escupido, latigado,
Con mis pensamientos y actos…
Te he crucificado.

Con el amor que solo tu puedes emanar de tus labios,
Y tus manos llenas de cariño,
Levantas mi rostro, enjugas mis lagrimas,
Y me dices:
Todo esto es porque TE AMO…

¡Cuan hermoso es tu amor!
Calientas desde mis hueso muertos,
Y reavivas mi alma, me llenas de candor…
Cambias mis andrajos, vedados por el carbón, del mundo,
Nuevamente por ropas blancas, y con colirio renuevas mi vista,
Me das calzado nuevo, y de tu fragancia llenas mi alma…
Me restituyes, y me dices: ya solo falta un momento,
Espera con fe, paciente nuestro reencuentro.

Deseo, no caer más,
Junto a mi amada, y nuestro hogar,
A la Canaan Celestial caminar…
Y mientras transitemos, por este mundo,
Que conserva vestigios de la magestad del Edén,
Poder extender mis manos a otra Eva u otro Adán,
Que enlodados estan…
Y decirles: aquí estoy, dame tu mano, mi herman@
De la mano con Cristo, aun tenemos otra oportunidad.

By
Vargas de Calderón.

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