Tercera parada.
Hace poco que has llegado,
los cambios se van notando,
frescos soplidos has traído,
hojas derribadas pisamos
de árboles desprotegidos
cuyos frutos han caído.
Caminando nuestro camino
horas de día hemos perdido
que otros han cogido.
Éste es el equilibrio
del maravilloso ciclo
que podemos romper
si nos domina el vicio,
la avaricia, el poder.
Es momento de recoger,
de oír y ver llover,
y también de comprender.
Es como tiene que ser.
¡Aprovechemos pues,
lo que nos tienes que ofrecer!
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