Tarde de lluvia, mi alma clama

Al escuchar llover con fuerza
siento como mi alma sale en tu busca,
no espera, no calma, enloquece
porque me faltas.

Te busca, porque anhela lo que ama, el deseo de saciar sus ganas, de volverse carne y hueso, sentir tu abrazo, tu ser entero, dentro, tan dentro, para no olvidar cuando te vayas.

Sentir el placer de gozar tu cuerpo,
respirarte lento, movimiento y pausa,
mojarnos, hasta sentir el alivio a este fuego que cada día nos mata.

Mi alma no espera, no siente frío,
la lluvia clama
que bajo ella se enciendan,
nuestras mismísimas entrañas,
salvaje,
eterna tarde de lluvia contigo,
mi alma clama.