SINAPSIS Julieta Iallorenzi

Hay un fuego digno de una urbe.
Le presto la noche a las arañas.
Extraña costumbre de comparar humanos con animales,
Por sus instintos básicos.
La red entrelaza y comunica,
tanto como distorsiona y difama.
Caja de sorpresas que no sorprende,
Ya que la hoguera se divisa desde lejos.
Porque la urbe no existiría, si nadie la cree real.
Si yo formo parte de la noche;
Las ramas que piso,
Las luces de neón,
Los seres atropellados,
Los locos del bandoneón,
El ente a mi lado,
El alcohol chupado.
El bar de los conocidos,
Que ya no me dejan pasar.
La hoguera se provoco sola,
Aunque mi pensar no estuvo de mas.
La mano negra que nos teje,
Maraña de mala fariña.
Solo la sangre estuvo de mas.
*
¿Que es la ansiedad?
La mente yendo mas rápida que el tiempo.
Mas rápida que sus sustancias en hacer efecto.
Mas rápida que la confianza en quebrar.
*
Tenemos mismas metas, mismos gustos, mismos deseos y soñares.
Yo podría representar mi mejor papel, como comienzo el payasesco. Analista escondida entre risas fingidas.
Excavando tocaste un punto que nadie encontró,
Pero a mirada perdida mi interés se volvió;
Aburrimiento Abstracto Abstenerse de mi Apatía.
Apta para aportar.
Apta para abortar.
Quiéreme tanto ódiame.
Solo así perduraras.
Nunca hay nadie especial.
Para quienes resaltas nunca te resaltaran.
Buscamos de cama en cama,
Sin jamas podernos encontrar.
*
Otro bar que se llena,
Yo quisiera estar en la arena,
Con algo mejor que conquistar…
Entrégame la gran guerra y por voluntad he de ganar.
Dame la gran misión y la podre lograr.
Pídeme la gran ofrenda y el mismísimo Sol te habré de dar.
*
Hay aroma a pasado.
Pero jamas compararía,
Porque en lo nuevo está la vida.
*
Sé libre, solo conmigo no hay manipulación.
Ofreceme, dámelo, solo conmigo habrá devolución.
Extirparlo para rellenarlo, solo conmigo hallaras esa diversión.
*
Ya no hablaré sobre dolor, porque no escucho mi voz interior.
No consigo alcanzar mi yo esencial.
Cuando a la primera dolencia, mil voces aparecen a callar.
Las mismas que pretenden escuchar y apaciguar.
Refugio de incoherencia.
Inerte a tu emoción.
Me resbalan las definiciones, y las verdades absolutas
Que no se quien las decretó.
El mundo entero gracias a la sinapsis.
No hay tractor sin motor.
Todo depende de como se mire.
Y cada uno cuenta la vida según lo que le pasó.
Soy el puente entre la gente.
La vía que tienen que cruzar.
Pasajera hasta de mi misma.
Y musa no reconocida ademas.
Porque da dones a cambio de una perpleja mirada, y aveces nada.
La cual se desvanece.
Foto en la retina.
Una vieja habilidad perdida, que de mucho serviría,
Pero nadie quiere usarla.
Hablo yo pero la voz se transfirió.
Se proyecta en mi mente y resuena en otras bocas.
Maleficio de vida de la que estoy agradecida.
Solo por la culpa de ocasionalmente no ser austera.
Con la sospecha de que algo peor pase.
Si no te alias a ningún bando,
Ninguna agrupación,
Ninguna secta,
Mi puerta semi abierta.
-Es solo una mala época.
-Que casualmente dura cien años.
*
Nadie debería vivir para ver todo marchitarse.
Y mucho menos con la condena de seguir cuerdo.

JULIETA IALLORENZI

PATENTADO EN SADAIC Y DNDA

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