Secret Lovers
Susurramos un te amo
como si fuera pecado,
aunque morimos por gritarlo
Rozar nuestras rodillas o
tomarte de la mano bajo la mesa
se ha vuelto nuestro más fiel acto de rebeldía.
Miradas que gritan en silencio la verdad
y aunque nuestras bocas parezcan
calderas rebosantes de mentiras,
el amarte con ella me quita la culpa.
Somos como esos amores que emergen en la oscuridad de la noche
y se desconocen en la mañana,
con la diferencia que cuando amanece te reconozco
cada vez más mía.
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