¡Salve la Palma!

Poema: Jhon Jairo Salinas.

En glamoroso tronco
la erguida Palma de Cera,
enferma y débil
respira lentamente
en el valle verde
de Cocora,
con ternura aún
le cosquilleas al cielo…
así nadie note
tu enfermedad…

Ella, celestial,
lentamente vierte
racimo en luto,
y en blancas hojas
se desalma.

¿Está la tierna nube
de luto en Cocora?
en tus manos
jacintos clama.

Mi rutilante palma
aún enferma
traspone el sol,
loritos te quieren
cantar en coro celestial…

¡Mi palma está triste
y enferma! ¿que
le han dado
para que se alivie?
palma mía
¡ay! ojalá no expire
el fruto de tu poca belleza
«así como agonizan
tantos frutos en flor».

Poco a poco mi palma
deja de ser gallarda,
tu elevado tronco se debilita,
tus solitarias hojas
son pequeños ruidos
de aquilón,
lentamente te meces
en los rayos del sol…

Sedienta y fatigada
agoniza en hoja dorada…
¡Ah!, mi palma
está abandonada…

La palma no está pintada
con lápiz…
No señores.
Está tatuada
en el corazón del
valle cocoreño.

Quiere ser el centro
en aire de reina,
quiere seguir
desplegando su penacho.

Permitan lucir
su poca cabellera
en hilos de oro.
Dejen que junte el viento
en verde universo.