Rosa

Aun siento su aroma, aunque ya casi marchita
Una rosa con sus pétalos sobreviviendo a mis cuidados
Quizás le afectan mis caricias de mañana
Debo confesar sin temor a las burlas del machismo exagerado
O al feminismo burlón de condiciones extravagantes
Que tener una flor en mi escritorio
Me ha cambiado la forma de ver la vida
Yo la necesito por su aroma, por su estética
Por lo que representa
Y también ella me necesita
No por mi aroma ni por mi apariencia
Requiere de mis cuidados para vivir
Para sentirse hermosa
Después de aquel día en que fue arrebatada de su jardín
A veces me pregunto si extrañará sus raíces
La lluvia en familia o tomar el sol de la mano de sus hermanas
Ahora que está prisionera en este envase de cristal
Adorada por un viejo desconocido
Que la enamora y le habla cada día
Mas su vientre de verde rubor
Se ofrece al rocío de esta humedad infinita
Mi mirada se desvía cada instante
Aunque no se de cuenta para no sonrojarla
Enamorarla más quisiera
Que correspondiera a mis caricias de antología
Pero mis sentidos vuelan por su alrededor
Acaparando ese aroma de perdida inocencia
Con decir que hasta en sueños la he tenido
Esta pequeña flor que espera mi llegada cada día
Aliada con mi traviesa perra que salta y salta
Para tener mi atención
Sin duda estas yéndote de esta aventura
Que hace más linda mi existencia
Pasan las horas y ya tengo tus pétalos
Anidando en mis mejores lecturas
No quiero ese momento en que llenes mis espacios
Entre hojas de libros que por ti volvería a leer solo
Por tener el placer de mirarte rosa mía
Solo quiero tener el placer de tener ese aroma entre
mis sentidos, entre mis temores y resquemores
entre mi llanto y risa de nocturna algarabía
te seguiré desojando y moriré contigo un poquito
cada día
mi rosa querida.

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