Risas de mártir

Ya no sé qué pensar, tantas veces sin llorar han causado un gran malestar
Al fin expresé lo que tenia en mi mente y viene una torre de repente, a derrumbarme con sus más gigantes estructuras.
Odio todas las cosas, las cosas me odian a mí. Me hallo en una fosa extrañando todas las demás cosas.
Por eso digo que ya tengo que dejar de sufrir pero parece imposible en un mundo donde lo que hay es puro mártir.

Después de quedar atrapada en una de mis más grandes estatuas construidas, decidí querer reír y vivir ¿pero cómo hacía eso si no me hallaba en mi?
Deseo borrar todo y que solo quede un pequeño extracto de mi nombre. Que las cenizas que veo, se las lleve el viento junto al espejo.
Pero ya es muy tarde, ya me enterré, voy cada vez más profundo. Siento que no tengo aire. ¡Déjenme salir porfavor! Me estoy ahogando, no hallo donde ver. Está todo oscuro y no hay una mano amiga que me ayude a subir. La única opción que me queda es escalar hasta el sol, intentando no pisar la hoguera. Darme cuanta que al parecer soy yo la que tiene una ceguera, porque estaba todo claro aquí y yo actué para que nadie me viera, hundiéndome en mi propia colmena compuesta por abejas cuyo nombres terminan en ela.
Expresé, en un mundo donde los sentimientos se vuelven gérmenes. Hablé, donde pensé que me hallaba bien. Sufrí, por tener que soñar aquí. Ahora toca vivir, en mi mundo alejada a los mil.

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