Rey humilde
Decepción, pobreza, traición.
Sensación de llorar y tristeza en el pecho. Algún día tendré el valor para acabar con ésta farsa. Yo soy esclavo de la vida, a mi Dios me condena. Jesucristo me anima y María llora como siempre, que el ángel que me protege me ayude a acabar con la maldita agonía.
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