Reflexión sobre los feminicidios
Para aquellos que aman las estadísticas y señalan que los feminicidios no son para tanto porque únicamente el 10% del total de personas asesinadas en México el año pasado fueron mujeres; permítanme darles otras estadísticas proporcionadas por la “oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito” que señalan que cerca del 95% de los homicidas son hombres.
Sí, hay más muertes de hombres en México anualmente, pero ¿quién comete estos actos cerca del 95% de las veces?, y ¿que acaso por representar una minoría se nos deben ignorar?, muchas mujeres han puesto múltiples denuncias contra sus agresores y algunas obtienen la atención que necesitaban pero muchas otras son ignoradas o silenciadas como vimos con el caso de Marisela Escobedo u otros muchos ejemplos que ya hemos escuchado o hemos tenido que lidiar personalmente con estas situaciones.
Y es que los feminicidios únicamente representan la máxima consecuencia de la constante lucha que sobrellevamos; los abusos, el acoso sexual, la violencia, y la opresión por poner algunos ejemplos, esta es nuestra lucha y es una lucha de suma importancia, queremos ser libres de todo tipo de opresión, libres de andar por la calle a la hora que queramos con la ropa de nuestro agrado sin tener por nuestra integridad sexual; porque al parecer, sí una mujer borracha que andaba con falda, la violan, entonces fue su culpa, no del agresor. Pero les aseguro que si alguien ve a un hombre desnudo y borracho en la calle la mayoría de nosotros ni siquiera pensaríamos en acercárnosle.
Esto no es una lucha por ver quién está más fregado lo cual muchos usan como excusa para restarle importancia al movimiento feminista refiriéndose a que los hombres son los mayormente afectados por homicidios; Esta es una lucha de todos nosotros como seres humanos, y para triunfar debemos analizar profundamente cuáles son nuestros privilegios de cualquier índole ya sean sociales, económicos, de género, raciales , de capacidad física, etc. y desde nuestra zona privilegiada ayudar a aquellos quienes están siendo oprimidos;ustedes como hombres con el privilegio de correr menor riesgo de ser violados ; si es que ven a una mujer que la están incomodando en el metro porque alguien se le acerca demasiado con malas intenciones, no se queden callados; llamen a la policía, defiendan a la mujer, aparten al agresor o hagan algo.Claro está que nosotras también debemos de hacer lo que esté en nuestras manos para poder ser de ayuda en ese tipo de situaciones, y también si es que vemos que alguien se está burlando de otra persona por su vestimenta étnica tradicional, actuar inmediatamente y defender a la persona, evitar hacer esos comentarios e incluir a esas personas en nuestros círculos sociales para que se sientan acompañados, Si tan solo nos damos el tiempo para ver cuáles son las luchas diarias que tienen las personas que no gozan de nuestros privilegios, podríamos hacer mucho más por la sociedad que simplemente buscar nuestra comodidad.
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