Querida luna.
Mi luna,
Mi luna brilló con tal
intensidad
que eclipsó todo a su paso.
Mi luna era tan bonita
y tan mía
que me molestaba
cuando alguien más
aclamaba su nombre.
Mi luna prometió
nunca apagarse y le creí
pero el mundo,
siendo el mundo,
se acabó una vez,
¿qué nos quedaba a
ella y a mí?
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