¿Qué somos? (2)

¿Qué somos?
Una contradicción que de alguna manera siente la necesidad de existir.
Dos polos opuestos que se atraen a pesar de su equidistancia.
La lluvia tras el cristal y los ojos que la miran, nostálgicos, al otro lado.
Un deseo prohibido.
La atracción irremediable de físicas imposibles.
Dos caminos que transitan paralelos desde siempre, que tienen la esperanza de converger en maravillosos amaneceres, y ser ya un sólo camino, más grande, más ancho, más firme.
Dos hojas de una misma rama que se rozan con el soplar del viento y suspiran por dejarse caer en la misma brisa algún día y hacer un viaje de serpenteantes movimientos hasta caer al cauce del arroyo transparente que las recibe, y juntas quedar atrapadas hasta el final de sus existencias.
Dos mentes que se piensan a la vez de manera constante. Dos corazones que laten al unísono, que, aún distanciados bombean una misma sangre enamorada.
Dos cuerpos inocentes que retienen sin éxito sus almas que se citan a solas cuando la noche los duerme. Cómplices de la misma luna que ilumina de silencio el momento donde ambas ánimas se abrazan.
¿Qué somos?
¿Expectativas?
¿Esperanza?
¿Sueños?
¿Almas abrazadas?
¿Un deseo imposible?
¿Unas vidas truncadas?
No sé qué somos. Sé lo que siento.
Y siento que seguiré existiendo en esta contradicción.
Que romperé la equidistancia que nos separa.
Que mi camino convergerá en el tuyo y que tus amaneceres serán la luz que me despierten cada día.
Que la lluvia mojará a la vez nuestras caras.
Que bailaremos al viento nuestras canas a la vera de algún arroyo transparente.
Que nuestros cuerpos serán unidos, que convivirán unidos nuestros pensamientos, que nuestras almas caminarán juntas sin miedo.
Que la luna nos iluminará a los dos.
Que juntos, cogidos de nuestras manos, nos besaremos las miradas.
¿Qué somos?
Ahora lo entiendo.
Un dibujo bonito aún sin colorear.