Tu mirada es inefable
Encandilada me dejaste mientras me hundía en lo profundo de tu ser
Me solté de la cuerda y me olvide
Y es que tu roce me eriza la piel
Tus palabras me enriedan pero me atrapan a la vez
Tus manos frías me encienden
Y por ti me pierdo sin volver a encontrarme
Se cruzan nuestras miradas
Aunque lo niegues, juntos somos un paraíso soñado

Comparte esta entrada:

Ir a la barra de herramientas