Para vivir
Desde donde me encuentro,
donde estoy escribiendo,
a donde siempre vuelvo,
cuatro paredes y un techo,
bajo el que está mi lecho,
refugio donde quito el sueño.
Olvida nuestra mente,
cómo funciona este asunto,
con esmero puesto a punto,
para que dominen unos,
a los otros muchos, muchos,
y así continúa el mundo.
En alquiler o en propiedad,
tú qué dices, precariedad.
Son opciones diversas,
pero al final da un poco igual.
El dinero es un invento,
y los sueldos un tormento.
Vida cara, o ellos bajos,
las manos de los mercados,
salarios ajustados,
precios sobrecargados,
beneficios abultados,
controlan con el mando.
Hay bienes de consumo,
también los hay inmuebles,
necesarios y opcionales.
Y hay malos que sacan jugo,
hacen de lo fundamental,
un simple bien de consumo,
al servicio del capital.
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