Pájaros Cantores

 

 

Un hermoso ruido me levanta por la mañana.

Abro las persianas de mi ventana.

Y miro a los pájaros Cantores.

Cantando sus hermosas canciones.

 

Un ritual típico de la época de apareamiento.

Cada macho abre sus coloridas alas que transmiten enorgullecimiento.

Cada macho se andaba luciendo con su hermoso canto.

Mi oído se llena con hermosos chirridos, silbidos, trinos y tanto.

 

Todas poniendo su mayor esfuerzo, después de todo este es un momento muy crucial para la especie.

 

Veo también del otro lado a las hembras.

Viendo a quien escoger para responderle a su canto y unirse a su canción de amor para sembrar cosechas.

 

Una respuesta crucial para la vida útil de los machos.

 

¿¡ Pero que es eso ¡?

 

Miro al fondo y observó a un pájaro con expresión tímida e insegura.

No está cantando como los demás pájaros su canción bella y segura.

Pareciera que un enjambre de pensamientos lo estuviera atormentando.

Cómo un nido lleno de casuarios que lo están atacando.

Es un día importante así que la presión no se puede comparar.

Sus pensamientos le están piando que fracasará.

No paran de triar que no lo hará bien y que no lo logrará.

¿O solo me estoy proyectando en el dichoso animal?

 

Se hace de mañana…

Y el verano termina…

 

Y yo ahí seguía mirando al pajarito.

 

El pájaro indeciso seguía sin cantar.

Con un nudo entre la garganta y el pico que no podía quitar.

El pájaro miro hacia arriba y yo lo seguí en respuesta.

Se hace de tarde y es hora de la siesta.

El ave al darse cuenta que ya casi perdía su oportunidad se empezó a preguntar.

¿Tal vez debería tratar?

¡NO! Tengo miedo de fracasar.

Pero… Y si lo hago bien, tal vez sea mejor intentar.

El pájaro respiro profundamente que casi se le salían los pulmones.

Abrió sus alas llenas de colores.

Y empezó a cantar esperando que sea una de esas bellas canciones.

Un canto lleno de emociones.

Su voz insegura se hizo segura.

Un canto no solo hermoso sino que también maravilloso.

Al cantar el ya no pensaba que fracasaría.

Ya no pensaba que decepcionaría.

Ya no le importaba si alguien respondía.

El estaba orgulloso de si. Un sentimiento cuyo recuerdo había perdido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y yo ……

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Me uní al ave en respuesta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Related Articles

Responses