¿Oro, drogas, sexo? La cárcel es el cuerpo

Dios de las riquezas,
Eres dueño del desierto donde camina Jesucristo sediento, donde camina el diablo persiguiendo,
Dios de los ejercitos,
Quien creó las discordias para las guerras y las diferencias para los enfrentamientos,
¿Dios del amor infinito?
Quien creó las cosas tan vastas y complejas, tan bien hechas que no sirven para nada, tan amplio el universo y no puedo encontrar al menos mi amor.
El amor que tu me prometiste desde siempre, desde antes de nacer, el amor doloroso que tu llevas en forma de llagas,
Perdóname por no meter el dedo en tu costado abierto, perdóname por no apacentar tus rebaños, perdóname por no ser perfecto en los más importantes momentos,
Pues siempre estoy deseando lo menos, y entonces llega el sufrimiento, llega la desdicha y me doy cuenta de que no merezco tu cielo, ni tu sonrisa, pero la quiero, la necesito, la deseo… como si fuera mi salvación (¡porque lo es!), ¿hasta cuándo seguiré siendo aquello que no quieres, hasta cuándo seguiré molestándote?, ¿por siempre? Tú que eres sabio y conoces todo, no seas inepto, mátame, o enciérrame donde pueda al menos soñar en silencio, sin que mis sueños estorben tus sueños.

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