Oda a la lluvia
el petricor abunda bajo mis narices
con la mirada clavada en tristeza
lluvia remota parece no detenerse
falsas esperanzas de avanzar
sus gotas acarician mis dedos
danzando lentamente ante la soledad
la soledad que me acompaña, claro
¡ah! qué solitaria compañía…
somos solamente la lluvia y yo
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