Océanos de pétalos rojos.

Existe algo en mi pensamiento
que me enamora a cada instante, sin remedio
caminar en la cueva de tu mano, el inicio,
conexión de un tiempo perfecto que no termina.
Ahora ya veo tus alas púrpuras
revolotear desde tu estómago a tu sonrisa,
el amor que mueve el sol de mis días,
las estrellas que de noche me arropan.
Existe algo, sin duda algo grande
escondido entre nerviosas miradas,
dos corazones de inocentes y felices niños
que saltando sortean las rejas
de un amor verdadero y profundo,
reflejado en un océano de pétalos rojos
que tiñe hermoso los trigales verdes,
caminos abiertos a anaranjados atardeceres,
auroras frías y blancas de paz y ensueño.
Existe algo en algún lugar de mi,
descansando, paciente, dormido, esperanzado,
un sendero tras la ribera clara,
horas tibias y lentas con olor a pasto mojado,
un rebaño y su sonido campestre
adornado por el canto de los pájaros.
Si algún gran Dios hay en el cielo
debe conocer que existe algo
que espera seguro su momento
mientras vive y sueña en mi corazón enamorado.