nueva octava
nos despidieron ocho campanadas,
dulce Koré de mi corazón,
hay que seguir las jugadas,
ya no toca pedirnos perdón
nueva octava y gran retorno a esa dulce eternidad,
que siempre fue, y siempre será, mi única realidad
nos despidieron ocho campanadas,
dulce Koré de mi corazón,
hay que seguir las jugadas,
ya no toca pedirnos perdón
nueva octava y gran retorno a esa dulce eternidad,
que siempre fue, y siempre será, mi única realidad
Responses