Nos falta mucho…

No es fácil escribir todos los días: la mayoría de lo escrito no sirve, el resto me da esperanzas de hacerlo mejor.
Me he dado cuenta que llorar sirve para escribir bien. Que enamorarse ayuda y más la muerte de alguien que amas. Todo eso ayuda a describir por qué el alma está destrozada. Los recuerdos son sólo momentos que se evocan con un nudo en la garganta: nos ayudan a no olvidar que también somos niños y que algún día todo se irá. Que hay arriba un padre divino que ha trazado nuestro oscuro camino, pero que no nos ha dejado caer… o si hemos caído, hemos sido nosotros los torpes.

Related Articles

Responses