Noches de Madre

De mis memorias de infante rebotan
cándidas tus melodías de cuna,
Y como un tímido caracol brotan
mis nostalgias bajo un manto de luna.

Tu mano aun camina entre mis sienes,
tejiendo mis pequeñitos cabellos;
Un silencio se te viene, ¿que tienes?;
tus ojos con sueño son dos destellos.

Me escondo en tus brazos de tibia lana,
escuchando tu corazón latir.
¿Será que dormirás por la mañana?
no lo creo, la noche está por partir.

Despiertas muy asustada, angustiada,
como si oyeras un brío temblor:
calma, no te abrumas, no pasa nada,
es tu hijo reclamando por tu amor.

¿Cuántas veces, madre, te robé tu alma?
¿Cuántas estrellas debistes contar?
me dormía acariciando tu palma,
en noches que solía despertar.

Está tranquila la noche, no hay bruma.
Te persignas, es hora de rezar.
Vete, vete a la cama; me perfumas;
Estoy bien, estoy bien, ve a descansar.

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