No te molestes

Si no vas a venir de verdad, mejor que no vengas nunca.

Si no vas a volverte loco cada vez que te invada la piel, es mejor que no enciendas la llama. El que juega con fuego se quema, te lo tengo dicho. Si nunca has bailado bajo mi lluvia, no quieras venir a inundarme la vida. No hace falta que te molestes en regalarme flores si no soportas que te hieran mis espinas. Tampoco quiero que me digas palabras bonitas si después haces oídos sordos ante mis problemas.

Si me das la espalda a la primera de cambio, no esperes que dé la cara por ti. Es absurdo que intentes comprarme con regalos caros cuando hay caricias que no tienen precio. Si no vas a venir a aportar nada bueno, es mejor que te apartes. No llegues a la cárcel a robar, aquí tus delitos no prescriben nunca. Ni se te ocurra intentar convencerme con tus pocas virtudes si luego no eres capaz de reconocer todos tus defectos.

Si vienes, que sea para descomponerme las ideas y reconstruir mis miedos. Y, sobre todo, si vas a venir, que sea para quedarte. Porque si te vas, aquí ya no vuelvas nunca.