No se puede escribir puta en un poema.

No se puede escribir puta en un poema,
nada de palabrotas,
nada de palabras que usamos en la vida;
porque la poesía no es para la vida.
Que va, es una falsa,
una decoración falaz.
No digas puta en un poema,
aunque el mundo esté lleno de ellas.
No.
Miente, mejor,
y llegarás lejos, chaval.
Di que todas las mujeres son santas
y todos estarán contentos,
venderás muchos libros
y te follarás a muchas mujeres,
todas putas;
pero no le digas que lo son.
Devorarán tus libros,
porque las mentiras son
los postres más dulces.
Sé el impostor que todos quieren que seas.
Y ya está.
Además, eres un poeta,
los poetas son todos maricas.
Tienes que ser sensible
y llorar,
llorar mucho.
Mira las florecitas en primavera,
mira el pájaro alimentando a sus crías,
habla del atardecer y esas mierdas,
fíjate en todas esas mariconadas
y habla de ellas como de algo trascendental.
No hables de las borracheras,
ni de resacas,
ni de peleas,
ni de putas,
ni de mamadas,
ni de las cosas importantes.
Si quieres ser poeta,
recuerda que no puedes ser hombre.
Usa palabras complicadas,
mientras más, mejor;
y muchos adjetivos,
glauco y níveo son buenas palabras,
por ejemplo.
Recuerda que no estás hablando,
solo mintiendo,
así que no seas tú mismo.
Nunca.
O te vas a comer una mierda,
una gran mierda,
la gran mierda reservada a los sinceros,
a los que tenemos el corazón limpio,
a los que nos aceptamos
como los pedazos de mierda que somos.
No seas así.
Miente,
miente mucho,
miente hasta que te duela la boca
y di que el ser humano es la mayor empresa de Dios,
o algo así;
di que la vida es el mejor regalo de todos,
o que cada día es una oportunidad para ser feliz.
Nunca digas que todo es una mierda,
y si lo haces,
hazlo de manera bonita,
con muchas mentiras
y con palabras que tengan que buscar en diccionarios;
y así, todas esas putas querrán follarte.