NO SE COMO DESCRIBIRTE
Era de carne y hueso ante mis ojos,
Pero se sentía como una brisa de otoño
Que te invita a caminar entre hojas secas.
Su voz como esa corriente de aire
Que se filtra debajo de una puerta
Podía ser un silbido de paz
Como también un frío que recorre la espalda.
Y la risa, uhmmm, aún no puedo descifrarla
A veces burlesca, otras veces dulce,
Un tiempo susurros y al rato estruendo.
Si me preguntas qué pienso,
No puedo, me trabo, me inhibo
Me hago más pequeño porque su ser
Simplemente me avasalla sin quererlo
Toma cada fragmentación autogenerada de mi ser
Y la repara mientras sonríe victoriosamente
Cuando se encuentra con un bloqueo, una puerta, una cerca,
Simplemente la salta, la derriba, la hace añicos.
Para que no tenga nada que pueda ocultar o guardar
Soy un cuadro que ella va pintando a su antojo
He querido hacerle a un lado, pero me he topado con ojos
Tiernos y cansado que me gritan mis verdades más profundas
Siempre fría, dura e implacable.
Todo el tiempo cálido aliento arrullador
Brisa suave mezclada con luz del sol
Si tuviera que quedarme con una cosa de su ser
Sería con sus lágrimas de dolor
Que encierran tanto sentimiento que no es sencillo de abordar
Me he sumergido en esas aguas por largas horas
Tratando de buscar la ruta de escape
Buscando una señal que me diga: Aquí es el final.
Pero cada vez que siento que se acerca
Me sorprende con una encrucijada letal
Un, dame que te doy, todo o nada.
No sé cómo describirte, porque siento que necesito horas de reflexión
Solo para poder pronunciar tus dos nombres
Y no morir en el intento.
Esa turbulencia de ignorarnos
Aquella punzada de no vernos
Me mantiene cuerdo para no rendirme
Ante el hecho de que me tienes atrapado
Por ese encanto que algunos llamarían común
Pero que para mí es ese destello final cuando se oculta el sol
Sé que jamás podre dar la talla para tomar tu mano
Me duele aún, de solo pensarlo
Que tengo que verte desde lejos,
Porque mis principios me lo dictan
Que no eres mujer que pueda amar,
Solo una imagen a la cual recordar,
Que te dejaré ir sin haber podido terminar la cena
Porque hay un sendero que debemos recorrer
Solo que iremos por diferente acera.
Y tal vez ni la mirada volvamos a cruzar
U olvidemos nuestros nombres, es pesar.
No sé cómo definirte, pero sé…
Sé que hiciste un desastre de mí. Y eso me salvó.
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