La labia puede ser vanidosa
Por los latidos de un alma vaporosa

Mira por ti dulce resonancia,
por la felicidad mundana
cuyas aguas generosas viven de iguales corazones.
 
Yo…
soy la oveja descarriada que
confunde a su pastor con lobos.
 
De ti vi la luz de los ciegos
cuando se nublaba en sendas de flores;
a quien en intelectualidad di defensa
y al mismo tiempo me beneficiara.
 
Guías serán salir de este abismo
al pasar de tu mano
a manos del ser divino.
 
La misericordia me castiga,
aunque la tuya sea como una caricia.
Mi voluntad se rebela, en ti resiste,
pues padezco de tu gracia
así dios dejara descorrer su fe.

Remedio corto, ser sobreviviente,
Preguntándome por la fiel ternura;
¿Por qué hizo entierro en mi alma?
Ante esta fraternidad diligente
O será la verdad, ¿la última invitada?

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