Mi Refugio

Deseo tener más tiempo de lo debido, deseo tener comprensión de lo que he pedido. Pero poco ha de saber, de lo ocurrido.
Cada día y cada noche, paso las oscuras carceleras de mi refugio, viviendo lo que no puedo vivir, tratando de recordar lo no recordado, Llorando por lo no llorado.
Permitiendo decir, que aún tengo tanto por dar y mucho por recibir. Mis problemas pasan lluvias e ideas, tempestades, fronteras.
Recuerdo cada imagen que vi, cada sensación que percibí, ¿Pero por qué me queda llorar?, ¿Acaso tengo que olvidar para poder superar? Una idea se siembra en mi mente, olvidó lo que sufrí, para recordar lo que me hizo feliz.
Pero a pesar de mi esperanza no tengo la mejor idea que dejar a mi refugio segar la hipocresía de mi ser.
¡Refugio!, dame la oportunidad de contestar tu pregunta, ¡refugio mío déjame decirte todas las penas de la vida!
Porque mi refugio, se encuentra en mis penas, y la felicidad que apenas puedo observar no la he vuelto a ver en ningún lugar.
Pero pido ayuda, ¿si pido mucho que puedo dar a otros, que se ahogan en su refugio?
Porque creo que tengo mucho que dar, y tanto por pagar.