Memorias del ayer.
Ayer, sentado bajo la cálida sombra de aquel árbol frondoso
me pregunté, ¿acaso el amor debe ser tan doloroso?
mi corazón no soporta más este sufrimiento y cual hoja
seca que cae por culpa el viento, hoy mi amor se esta despidiendo.
¡Que fácil enamorarse!, pensé yo al instante, pensé con el corazón
más no con la razón !que lamentable! pensé yo al recordar aquellos
momentos que me hacían sentir vulnerable.
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