Memoria de seda

Quiero morir en la infinidad de las palabras que desvelan lo que nunca sentire.

El sentir de las huellas en la seda, pálida y salpicada por el sol de verano.

Que dulce recuerdo de la mente, de la memoria o del deseo.

Tal vez lo que nunca va suceder es el presagio de lo que nunca dirán mis labios.

El mejor secreto, el mejor guardado es el QUE ningunos labios, nunca pronunciaron.

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