Martes 11, Mayo

Nose que es de mí. Estoy feliz, pero al mismo tiempo me estoy saboteando a mí misma, me deje de preocupar tanto de mi cuerpo y de lo que cómo, pero al mismo tiempo tengo la vecesita por detrás me da terror, terror a subirme a la pesa y ver un número más grande que el “x” que me gusta ver, me da terror verme al espejo y y ver que mi guata ya no está a la altura de mis costillas o que mi utero sobresalga mucho, me da terror caer en un transtorno alimenticio, terror de ser una carga para mi familia, mis amigas y para todo el que me conoce, me da terror porque hay cosas más importantes que cómo se ve mi cuerpo, y sé, sé porque lo vivo, tengo el testimonio vivi de que hay cosas más importantes, pero también tengo a la familia que le ve más valor a la gente flaca, la familia que cada vez que alguien engorda es tema en la mesa, tengo a la familia que que por años puso a dieta a mis hermanas, vivo en una sociedad en donde se comenta positivamente solo a la gente “estupenda”, y lo peor es que yo sólo critico, pero también soy parte. Vivo en un mundo en donde el “body positivity” va de la boca para afuera.
No le dejo ser feliz, porque algo me dice que si no tengo la guata plana y las piernas de zancudo, no puedo ser feliz, si no tengo el cuerpo que todas y cada una de las mujeres quiere, no voy a ser querida ni ahora ni en un futuro, no voy a ser un orgullo sino una vergüenza. Y me da terror.

Related Articles

Responses