Mañana de otoño

Los arboles cansados se nutren de la vida
como el hombre busca su pasado,
tal vez sea amor o una despedida
lo que en su gozo encontramos.

Las hojas van cayendo poco a poco
sobre los restos del primer otoño,
Aquel que un día me encontró
Y dejo al descubierto al fin lo que somos.

Verdadera duda la del que sueña
con esculpir en bronce su retrato
y solo dibuja su mirada serena.

Verdadera mañana la del que entrega
todo su ser sin haber amado
y escribe entre sus dedos su leyenda.

Related Articles

Otoño

Una minúscula partícula de luz, abre tus pupilas, y en la profundidad de una mirada, destella un amanecer, intermitente en sus colores, pero intenso en…

Responses