Madre

Madre, desde que estaba en tu vientre, disfrute cada momento, te acuerdas cuándo me preguntabas, ¿cómo sería?, y cuando te mirabas al espejo tan bella con la panza desnuda, acariciándola mientras cantabas, niña hermosa, niña mía, éramos solo tú y yo; soñaba con verte, con que me besaras la frente y me acurrucaras en tu pecho hasta quedarme dormida, que me cantaras como cada noche lo hacías.

Madre, cuando te conocí, fue mi mayor alegría, ese día tú corazón latía fuertemente, tus ojos parecían dos faroles, tu sonrisa no cabía, unas lágrimas cayeron por tu rostro y susurraste a mi oído: ¡bienvenida!, te esperaba con ansias, te amo niña hermosa, niña mía, y con un beso sellaste tu amor, el amor que siempre me pertenecería.

Related Articles

Responses