Madre

No basta un día cada más de 360 y pico, para regalarte un poco de lo que eres, sabiduría, amor, paciencia, alegría, madre.

En vida todo, ya luego es tarde, luego es tarde para querer expresar un poco de tu amor, ya luego es tarde para regalarte flores o claveles; solo un recuerdo talvez nos quede de tu escencia, madre, abuela, hermana, novia, hija, tia, todas madres; algunas ya han partido a jugar penales con San Pedro en el cielo, otras aún nos dan su fragancia al sonreír y nos hacen llegar al al infinito con su sola presencia. Algunas empiezan su camino diciendo: «canas verdes me vas a sacar» y otras ya su cabellera alumbra aún más en la noche oscura.

A mi novia la pongo celosa por que a mamá no la dejo, a mi novia, que también es hija, es nieta, es hermana, es tía y también es madre; a ella; también le doy gracias por estar estas conmigo y ser parte de mi historia.

A mi otra novia, la de antes, la de siempre, la de ahora, la que se ha tinturado el cabello ya tantas veces, la que me espera aún en el frío con una tasa de café caliente ya pasadas las 12, a mi madre. A ella lo que soy, lo que seré, lo que fui. La guardiana de todos mis secretos, la que nunca revelara el escondite de mis dudas, de mis temores; mi cómplice.
Simplemente mi madre.

C.E.